Fotorejuvenecimiento IPL Facial

El fotorejuvenecimiento, rejuvenecimiento no ablativo de la piel únicamente mediante Luz Pulsada Intensa (IPL), es una de las más innovadoras técnicas en medicina estética.
 Esta aplicación no invasiva del IPL sin convalecencia trata el enrojecimiento (lesiones vasculares) de toda la cara, las lesiones producidas por exposición solar (cambios pigmentarios) a la vez de obtenerse un estimulo a nivel de colágeno y tejido conectivo.
Con una serie de tratamientos breves y periódicos se consigue una sensible mejoría de la tez de los pacientes con distintos tipos y afecciones de piel.
 Han sido varios los dermatólogos en introducir esta práctica en sus consultas clarificando el uso adecuado y las reales expectativas. Pero sin embargo, ha sido el Dr. Patrick Bitter, Jr. que desde 1998, uno de los pioneros en esta técnica, llegando a protocolizar sistemáticamente el tratamiento. El Dr. Bitter a registrado el nombre de FotoFacial para definir el fotorejuvenecimiento IPL Facial.
Nosotros en la elaboración del Protocolo IPL Facial que presentamos, nos hemos basado en su larga experiencia, citando algunos de los trabajos por él realizados.

Los sistemas PhotoDermÒVL/PL, MultiLightÒy el VascuLightÒ(ESC Medical) son aparatos de banda amplia, de luz blanca filtrada no-coherente que permiten elegir  entre uno, dos o tres pulsos, y entre un amplio abanico de duraciones de pulso, intervalos de pulso, fluencias y filtros de corte de longitud de onda más corta. Esta gran variabilidad en la selección de los parámetros permite individualizar los tratamientos de los pacientes para un amplio espectro de indicaciones y aplicaciones.

1.      Se seleccionan parámetros lumínicos específicos que son subpurpúricos y el procedimiento no conlleva tiempo de convalecencia.

2.      Se realizan tratamientos de toda la cara y/o cuello, así como el pecho; de tal modo que las zonas “diana” y las “no diana” son tratadas uniformemente.

3.      Se aplica un número suficiente de tratamientos, por regla general cinco o más, programados a intervalos de tres semanas entre sí al objeto de conseguir una mejoría clínica gradual, previsiblemente uniforme, y meticulosamente controlada.