La niacina o ácido nicotínico es una vitamina que se encuentra en las judías, vegetales verdes, salvado de arroz y trigo integral. Promueve el crecimiento y correcto funcionamiento del sistema nervioso. Mantiene la salud de la piel, la lengua y el sistema digestivo. El alcohol inhibe su absorción, y su carencia produce alteraciones gastrointestinales, dermatitis, desordenes nerviosos y cansancio.
El ácido pantoténico es otra vitamina no tan popularmente conocida pero importante para la piel y para ayudar a superar el estrés, junto con el PABA o ácido para-aminobenzóico que además interviene en la coloración de la piel y tiene efecto protector solar. El ácido pantoténico se encuentra en la yema de huevo, zumo de naranja, levadura de cerveza, hígado y salmón. Su carencia provoca pérdida de cabello, hipoglucemia y problemas renales. El PABA, también se encuentra en la levadura de cerveza, además en vegetales verdes y su carencia provoca eczemas, cansancio, dolores de cabeza y anemia.
La vitamina C, bien conocida, además de las frutas ácidas, se encuentra en los tomates, pimientos, papaya, fresas, brócoli y melón. Su carencia provoca dificultad en la cicatrización de las heridas, encías sangrantes, bajada de las defensas y debilidad muscular. El tabaco, la aspirina y la cortisona dificultan la absorción de esta vitamina.
La vitamina P no tan conocida, interviene en la prevención de resfriados y gripe y en la aparición de equimosis o hematomas. Se encuentra en uvas, cerezas y pasas.
La vitamina K, presente en yema de huevo, coliflor, soja y aceite de hígado de pescado. Su carencia provoca sangrados frecuentes y abortos espontáneos.
Otras vitaminas como la F o ácido linoléico, que está en la mantequilla, aceite y germen de trigo, cuando falta tenemos debilidad en las uñas, eczemas y acné.
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