Objetivo: Eficacia y seguridad de dosis repetidas de toxina botulínica (Dysport) para la reducción de arrugas en la parte superior de la cara.
Pacientes: Se analizaron, de manera retrospectiva, un total de 945 pacientes que en conjunto recibieron 4103 tratamientos durante un periodo de casi 6 años. Todos los pacientes recibieron como mínimo 3 ciclos, el 75,7% recibió 4 ciclos y el 58,5% recibió 5 ciclos. El 94,3% de los pacientes eran mujeres.
Metodología: El 93,9% de los pacientes recibía tratamiento en la zona glabelar con dosis que oscilaban entre 50‐60U Speywood. El 81,5% recibía además tratamientos en otras zonas como en la región frontal y/o en la región periorbital lateral. La eficacia valorada por médico y paciente se registraba utilizando una escala de satisfacción de 3 puntos (satisfecho, no satisfecho, desconocido).
Resultados: El porcentaje de pacientes y médicos satisfechos fue alto, oscilando entre el 96% al 98,9%, y entre el 88% al 94%, respectivamente. No se detectó perdida de efectividad con la repetición de los tratamientos. La satisfacción global con el tratamiento fue alta, ya que el 76,9% de los pacientes decidió seguir con el tratamiento después de los 5 ciclos, y tan solo el 2,3% decidió parar el tratamiento.
El intervalo entre tratamientos oscilaba entre 5,9 y 6,5 meses.
Seguridad: el 90,6% de los pacientes no sufrió ningún acontecimiento adverso durante los tratamientos. Los acontecimientos totales por tratamiento fueron 4,1% en el ciclo 1, disminuyendo a 2% en el ciclo 5. Los hematomas locales fueron los acontecimientos adversos más frecuentes. La frecuencia de ptosis fue
baja y generalmente leve.
Conclusiones: La satisfacción tanto de pacientes como de médicos fue alta tras varios ciclos de tratamiento con toxina botulínica. La eficacia y el perfil de seguridad mostrado por el tratamiento con toxina botulínica en la práctica clínica fueron excelentes, iguales que lo demostrado en los ensayos clínicos. No se observo pérdida de eficacia durante los ciclos y los acontecimientos adversos disminuían después de los primeros tratamientos.
Pacientes: Se analizaron, de manera retrospectiva, un total de 945 pacientes que en conjunto recibieron 4103 tratamientos durante un periodo de casi 6 años. Todos los pacientes recibieron como mínimo 3 ciclos, el 75,7% recibió 4 ciclos y el 58,5% recibió 5 ciclos. El 94,3% de los pacientes eran mujeres.
Metodología: El 93,9% de los pacientes recibía tratamiento en la zona glabelar con dosis que oscilaban entre 50‐60U Speywood. El 81,5% recibía además tratamientos en otras zonas como en la región frontal y/o en la región periorbital lateral. La eficacia valorada por médico y paciente se registraba utilizando una escala de satisfacción de 3 puntos (satisfecho, no satisfecho, desconocido).
Resultados: El porcentaje de pacientes y médicos satisfechos fue alto, oscilando entre el 96% al 98,9%, y entre el 88% al 94%, respectivamente. No se detectó perdida de efectividad con la repetición de los tratamientos. La satisfacción global con el tratamiento fue alta, ya que el 76,9% de los pacientes decidió seguir con el tratamiento después de los 5 ciclos, y tan solo el 2,3% decidió parar el tratamiento.
El intervalo entre tratamientos oscilaba entre 5,9 y 6,5 meses.
Seguridad: el 90,6% de los pacientes no sufrió ningún acontecimiento adverso durante los tratamientos. Los acontecimientos totales por tratamiento fueron 4,1% en el ciclo 1, disminuyendo a 2% en el ciclo 5. Los hematomas locales fueron los acontecimientos adversos más frecuentes. La frecuencia de ptosis fue
baja y generalmente leve.
Conclusiones: La satisfacción tanto de pacientes como de médicos fue alta tras varios ciclos de tratamiento con toxina botulínica. La eficacia y el perfil de seguridad mostrado por el tratamiento con toxina botulínica en la práctica clínica fueron excelentes, iguales que lo demostrado en los ensayos clínicos. No se observo pérdida de eficacia durante los ciclos y los acontecimientos adversos disminuían después de los primeros tratamientos.
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