Las reacciones de óxido reducción tienen una amplia distribución en la naturaleza, y las células de nuestro organismo no están ajenas a estos procesos; muy por el contrario la transformación de los alimentos en sus-tratos más simples, de los cuales es posible obtener energía, involucra re-acciones químicas de óxido reducción. Durante el proceso de respiración celular se consume oxígeno, y se genera ATP (adenosin trifosfato), que-dando como productos dióxido de carbono y agua. Sin embargo, durante esta normal transformación se producen también otras moléculas residua-les, las especies reactivas del oxígeno ( ROS: Reactive Oxigen Substan-ces ) o Radicales Libres (RLO's). Los radicales libres son átomos o moléculas inestables, altamente re-activas que atacan los enlaces de
proteínas de los tejidos, los fosfolí-pidos poliinsaturados de las mem-branas celulares, carbohidratos, y los ácidos nucleicos de las células. Al actuar, se activa una reacción en
cadena que podría incluso llevar a la muerte celular. El Estrés Oxidativo se produce al romperse el equilibrio entre la produc-ción de especies reactivas del oxígeno y los mecanismos de defensa anti-oxidante, lo que lleva a una variedad de cambios fisiológicos y bioquími-cos que provocan el deterioro y muerte celular. Este desorden del equili-brio oxidativo esta involucrado en más de 100 patologías que abarcan desde trastornos cardiovasculares hasta la enfermedad de Parkinson. Con una nutrición adecuada, podemos aportar al organismo vitaminas y minerales, que juegan un rol importante en la prevención de estas enfer-medades, lo cual es apoyado por la evidencia epidemiológica que sugiere
que el consumo de frutas y verduras, pueden reducir el riesgo de contraer dichas enfermedades, debido posiblemente a que estos alimentos son una rica fuente de antioxidantes dietarios.
El estrés oxidativo ha sido señalado como un fenómeno importante en la patogénesis de diversas enfermedades. Sus principales efectos a nivel del organismo son la patología de órganos (peroxidación lipídi-ca), la oxidación de lipoproteínas plasmáticas (aterogénesis), la al-teración de la estructura y función de las proteínas (metabolopatías), y la oxidación de los ácidos nucleicos (mutagénesis). El análisis de los marcadores de estrés oxidativo, permite evaluar el riesgo de afectaciones de tipo cardiovascular, tumoral, neurológico, in-flamatorio, endocrino, genético, infeccioso, renal, hepático, etc.
Los parámetros que inclu-ye este test son los siguientes:
Antioxidantes Totales
Selenio
Vitamina A
Vitamina C
Vitamina E
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