La piel es un reflejo de nuestra salud y por ello también hay que tener en cuenta la tipología que posea, ya que en base a ello podemos establecer su relación con nuestra salud. Cualquier decisión sobre el cuidado de tu rostro requiere saber previamente cuál es tu tipo de cutis, ya que de ello dependerán los productos necesarios para cuidarlo y protegerlo.
El hecho que sea normal no significa que no requieren ningún tipo de cuidado, debemos de mantener la piel hidratada y limpia con el uso de productos dermocosmeticos y tratamientos naturales para evitar el desgaste y el envejecimiento de la piel.
Nuestra piel esta formada por varias capas, dermis (mas externa), epidermis e hipodermis (mas interna) La reserva de agua que tiene la dermis y la epidermis, constituye el 20% del agua de todo el cuerpo, se pierde fácilmente con las agresiones externas, por lo que hay que proporcionar un suministro continuo desde dentro, bebiendo un mínimo de 2 litros de agua cada día, y desde fuera, con la aplicación de cremas y soluciones hidratantes que ayuden a restablecer cualquier posible desequilibrio.
Con el paso del tiempo, la piel se regenera de forma natural separando las células muertas del resto de los tejidos. Para que esta regeneración sea efectiva, el organismo cuenta con agentes hidratantes naturales denominados genéricamente Factor Natural de Hidratación -FNH-, unos agentes compuestos por un manto lipídico y moléculas de agua, que consiguen separar las células muertas de la piel renovada.
Ante la falta de hidratación, las células muertas permanecen agrupadas en la superficie de los tejidos dando a la piel un aspecto seco y agrietado.
Con el paso del tiempo, la piel se regenera de forma natural separando las células muertas del resto de los tejidos. Para que esta regeneración sea efectiva, el organismo cuenta con agentes hidratantes naturales denominados genéricamente Factor Natural de Hidratación -FNH-, unos agentes compuestos por un manto lipídico y moléculas de agua, que consiguen separar las células muertas de la piel renovada.
Ante la falta de hidratación, las células muertas permanecen agrupadas en la superficie de los tejidos dando a la piel un aspecto seco y agrietado.
La piel es un reflejo de nuestra salud y por ello también hay que tener en cuenta la tipología que posea, ya que en base a ello podemos establecer su relación con nuestra salud. Cualquier decisión sobre el cuidado de tu rostro requiere saber previamente cuál es tu tipo de cutis, ya que de ello dependerán los productos necesarios para cuidarlo y protegerlo.
El hecho que sea normal no significa que no requieren ningún tipo de cuidado, debemos de mantener la piel hidratada y limpia con el uso de productos dermocosmeticos y tratamientos naturales para evitar el desgaste y el envejecimiento de la piel.
Nuestra piel esta formada por varias capas, dermis (mas externa), epidermis e hipodermis (mas interna) La reserva de agua que tiene la dermis y la epidermis, constituye el 20% del agua de todo el cuerpo, se pierde fácilmente con las agresiones externas, por lo que hay que proporcionar un suministro continuo desde dentro, bebiendo un mínimo de 2 litros de agua cada día, y desde fuera, con la aplicación de cremas y soluciones hidratantes que ayuden a restablecer cualquier posible desequilibrio.
Con el paso del tiempo, la piel se regenera de forma natural separando las células muertas del resto de los tejidos. Para que esta regeneración sea efectiva, el organismo cuenta con agentes hidratantes naturales denominados genéricamente Factor Natural de Hidratación -FNH-, unos agentes compuestos por un manto lipídico y moléculas de agua, que consiguen separar las células muertas de la piel renovada.
Ante la falta de hidratación, las células muertas permanecen agrupadas en la superficie de los tejidos dando a la piel un aspecto seco y agrietado.
Con el paso del tiempo, la piel se regenera de forma natural separando las células muertas del resto de los tejidos. Para que esta regeneración sea efectiva, el organismo cuenta con agentes hidratantes naturales denominados genéricamente Factor Natural de Hidratación -FNH-, unos agentes compuestos por un manto lipídico y moléculas de agua, que consiguen separar las células muertas de la piel renovada.
Ante la falta de hidratación, las células muertas permanecen agrupadas en la superficie de los tejidos dando a la piel un aspecto seco y agrietado.
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